Ojalá

Melancholy after one  night of music…
Después del concierto de Silvio Rodríguez, 30 de abril, San Juan. Melancolía y tristeza. Incluso cuando canta ser feliz. Linda noche de buena música. Buenas canciones tocadas con mucho ánimo y sentimiento. Buenos arreglos, y calidad del sonido en el Coliseo de Puerto Rico, finalmente. Lindas lucecitas de los celulares de medio mundo cuando Roy Brown canta “Alabanza” o Silvio “Ojalá”. Todo el mundo de pié.

Qué interesante ver y escuchar un hombre que tiene todavía un ideal frente a sí mismo. Que está orgulloso de decir “mi tierra”,  y no le tiene miedo alguno a hablar de los actos en contra de su Cuba que se han cometido, incluso poco antes de una gira que lo llevará hasta Orlando. Un hombre que ha creído -seguro, disfrutando de los privilegios que tiene- y sigue creyendo en un ideal de nación y ciudad sin urbanización salvaje o sirop de maiz, pero con azúcar de verdad. A lo mejor también Silvio, como tantos, se ilusiona y ama su ilusión y se obstina a no verla como una ilusión. “Vivo en un país libre” canta. ¿Cuál? Igual a nosotros, el suyo tampoco lo es. Pero, ¿y si la gente fuera como él? ¿Si tod@s fueramos ilusionados perdidos? @digizen escribe que hubiera sido bueno hacer dos conciertos: uno para los ricos de anoche y otro para los “pobres” (¿de espíritu?), al aire abierto, en una plaza pública. Sí, tiene razón. Pero, es inútil darle la culpa a él. Es parte de nuestra realidad, la sociedad dividida en dos (o tres), y Silvio cantando no hay duda que alimenta él también, a pesar de sus propias ilusiones, esta división, y esta ilusión, en su casa y aquí, en el momento mismo en que firma el contrato. Pero su música le habla a la gente, que es cosa de poetas.

Sus canciones -guitarras, flauta, clarinete y percusiones- me mostraron tristeza. A mí, sin ni siquiera prestar mucha atención a las letras, me vino tristeza. Tristeza por las divisiones -los Silvios y las Yoanis tan distantes en sus propias tierras- y las esperanzas que todavía unos tienen de inventar unas formas de gobierno, frente a los tumores de la democracia falsa y de la hipocresía burgués. Tristeza por mis abrazos rotos. Tristeza por valores que están en otras partes: decían estudiantes que la educación no es un negocio. Ojalá.

About Antonio Vantaggiato

Professor, web2.0 enthusiast, and didactic chef.
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2 Responses to Ojalá

  1. Rosa says:

    Tú no, amigo, tú no… no cargues la tristeza porque tus brazos no están realmente rotos, como los míos, rotos por la complacencia de los años… Tú aún cargas los sueños en tu acción… Me gustó mucho este post… ¡Gracias por traer a Silvio a mi casa!

  2. Rosa says:

    Tú no, amigo, tú no… no cargues la tristeza porque tus brazos no están realmente rotos, como los míos, rotos por la complacencia de los años… Tú aún cargas los sueños en tu acción… Me gustó mucho este post… ¡Gracias por traer a Silvio a mi casa!

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